Junto a 48 niños, niñas y adolescentes de Riohacha, Maicao y comunidades migrantes, co-diseñamos una canción que fusionaba ritmos tradicionales wayúu con elementos modernos. La letra, escrita por ellos, reflejaba su realidad: “Sin agua no hay vida, sin vida no hay paz”

Producción:

  1. Ideación del video: Niños y niñas decidieron crear una breve representación de la problemática, como gancho narrativo anterior a la canción.
  2. Locaciones: Se realizó la grabación en paisajes áridos en La Guajira, para contrastar la belleza natural con la crítica falta de agua. 
  3. Participación inclusiva: Cada niño eligió su rol: algunos cantaron, otros tocaron instrumentos o se sumaron al proceso de grabación desde la actuación o la toma de la cámara, asegurando que sus identidades individuales se vieran representadas.
  4. Herramientas utilizadas:  DaVinci Resolve (edición y colorización), Sony a6700 (filmación)